sábado, 23 de octubre de 2010

Gran pérdida

La gente se aburre, eso lo sabemos todos; si no los programas "rosas" tipo Sálvame y todos sus derivados no serían los más vistos de la tele. Pero de ahí a que todo el mundo quiera meterse en la vida de los demás hay un largo camino. Por ejemplo, una persona con la que no has hablado más de diez minutos, ¿qué derecho tiene a juzgar lo que hagas o dejes de hacer con tu vida?. Lo veo innecesario. Eso sí, lo hacemos todos, pero de la misma forma lo negamos.
La independencia de las personas brilla por su ausencia en esta sociedad. Lo que está de "moda" es seguir a alguien, tener a alguien a quien admirar, etc. Pero no hablo de gente "famosa", si no de gente a tu alrededor: amigos, vecinos, novios, familiares... La esencia de la persona, por así decirlo, se pierde. Y, me da pena, porque yo cuando quiero a alguien lo quiero por quien es, no por quien aparenta ser.

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